domingo, 24 de marzo de 2013

ELEGÍA ESTIVAL



ELEGÍA ESTIVAL

Hace un bello día
y es necesario
morir,
hoy que alumbra
como nunca
y yo me apago
para siempre.

No volverán
las estrellas
a reírse de mi soledad,
ni las calles
que jamás terminan,
soportarán
mi paso cansado
y sin rumbo fijo.

Ahora el susurro
del viento,
y la dulce canción
de las aves,
no serán turbados
con el grito silencioso
de mi voz,
y no volverán a oírme.

Nadie me echará de menos,
porque nadie querrá la vida
de un cadáver
que se descompone
con el ritmo vertiginoso
de los minutos;
porque no podré quitarme
el inmundo hedor
que trae consigo
la peste de una vida ligera
y mal vivida.

Sería horrible
la presencia
de una bestia
que mató a sus hijos
cuando apenas fecundaba,
y tumbó su casa
sin haberla levantado.

Quiero desaparecer
completamente;
quiero borrar
todas mis huellas
del mundo,
y regresar por fin
hacia la nada,
de donde nunca
debí fugarme.
                                      Carlos

3 comentarios:

  1. Marzo 14 durante la tarde caminando
    Este ayer resultó de sus ojos
    aire que fue respiro
    ilusión que nació de sus labios
    instante en que mi ser fue mendigo
    desnudo de su carne insensata
    sabor a aire, tierra y olvido
    lugar en el que mi grito llora y su ausencia se abandona
    Ayer emergió de él mi rostro vagabundo
    tiré mis manos al callejón del miedo
    las palabras del olvido de mi ser engañaron mi suerte
    Donde hubo amor quedaron en cenizas mis preguntas
    Él, engendró la mujer que ahorcó la debilidad
    y renació obstinada en el mismo cuerpo
    la escritura tomó su voz para permitirme hablar
    ya no oigo más que su necesidad de mi
    Brigitte Juliette

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    1. Uy, qué maravilla, no se imagina cuánta falta me hacía volver a sentir su voz!

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  2. ese modo en que somos, también nosotros mismos
    es demasiado con saber que se existe y que todo es
    como el olor de su sexo en mis manos
    como el grito que rasgó mi pecho
    como el silencio escondido en mi almohada
    como la noche en que besé sus besos
    como el aire que asfixió mi respiración
    como el lugar en que desnudó mi piel
    como el cigarrillo después de su orgasmo
    como el vicio que engendró mis heridas
    como sus manos inventando mis senos
    como la mujer que soy cuando decido amar
    como la lluvia que ahoga mis sombras
    como la nostalgia de sus pasos sobre los míos
    como la necesidad de su aliento en mi cuello
    como su ausencia en mi cama
    como el dolor de sus caricias en mi espalda
    como las palabras que no sé decir
    como la vida que se me va mientras escribo
    como la soledad de sus ojos buscando un paradero sin prisa
    como la forma de sus labios chocando en mis mejillas
    como el intento de ser con él de otro modo yo
    como hacer el amor respirándonos la piel
    como él en su madrugada sin sueños
    como yo en mis noches sin cielo
    como el flujo incesante de nuestros cuerpos
    como mi debilidad arrodillada ante su existir
    como todo lo que ha sido y lo que no es
    como la mujer que soy entre lineas, voces y silencios
    como mis soledades sin destino
    como cada cosa que se va de mi
    como el lugar que habito cuando no soy

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